Cómo podemos manejar mejor las finanzas en nuestra familia
Josefina ¡Yujuu! ¡Ana! ¡Diego! Oh, parecen molestos. ¿Estoy interrumpiendo?
Ana Hola Josefina. Bueno, estamos discutiendo por algo. Diego quiere comprar esta motocicleta, pero yo no creo que podamos darnos el lujo de hacerlo. No tenemos mucho dinero y ¡deberíamos ahorrar todo lo posible para nuestra hija!
Diego ¡Desde luego que yo también quiero que nuestra hija esté bien atendida! Pero con una motocicleta podré conseguir más trabajo en otras ciudades y, con le tiempo, traer más dinero a casa para todos.
Ana Pero también vas a gastar más dinero en gasolina y… ¿Qué pasa, Josefina? ¿Por qué haces esa cara?
Josefina Simplemente estoy sorprendida de que traten de tomar una decisión financiera tan importante aquí afuera, en la calle, ¡justo frente a la motocicleta que Diego desea comprar!
Ana ¿Cómo? ¿Dónde toman estas decisiones tu esposo y tú?
Josefina Hablamos sobre las compras importantes y nuestras metas de ahorro en casa, cuando no tenemos otras distracciones. Cada mes, nos sentamos juntos y revisamos nuestro presupuesto, tanto el ingreso que aportamos como lo que gastamos en las compras esenciales, como comida, mi medicamento, la ropa y las colegiaturas de nuestros hijos, y siempre ahorramos algo de dinero para emergencias. Si tenemos algún ingreso extra, nos ponemos de acuerdo sobre cómo lo vamos a gastar. En este momento, estamos ahorrando para hacer algunas mejoras a la casa. Solo voy al salón de belleza cuando cubrimos nuestro objetivo de ahorro mensual.
Diego ¿Y tu esposo toma estas decisiones contigo? Sé que tú tienes tu huerto, pero ¿no es él quien aporta la mayor parte del dinero?
Josefina ¡Oye, Diego! ¡Mi esposo reconoce el valor de todo el trabajo que hago y que no es remunerado! Cocinar, cuidar a los niños y también a su madre, ayudar en la granja...¿eh? Ambos trabajamos mucho por sacar adelante a la familia, parte de este trabajo es por una paga, otra parte no es remunerado, pero todo es trabajo. De modo que, sí, tomamos las decisiones juntos.
Ana Josefina, tienes suerte de que tú y tu esposo deseen lo mismo…
Josefina Oh, a menudo no queremos lo mismo. Mi esposo sería feliz si yo nunca más regresara al salón de belleza ¡jajaja! Pero estamos de acuerdo en que primero debemos invertir en el futuro de nuestra familia y luego, si sobra algo de dinero, cada quien tomamos una parte para nuestros gustos personales.
Diego ¡Sí, estoy de acuerdo con eso! Ana piensa que quiero esta motocicleta para mi uso personal, ¡pero es para ganar más dinero para nuestra familia y nuestro futuro!
Ana Lo entiendo, Diego. Sigo preocupada porque, en este momento, no tenemos el dinero suficiente para que la compres. Vamos a casa y revisemos nuestro presupuesto, como lo hacen Josefina y su esposo. Puedes calcular cuánto dinero adicional esperas ganar con la motocicleta, para verificar que sea una compra inteligente. Luego, podemos decidir cuánto ahorrar al mes, tanto para la familia como para la motocicleta. ¡Quizá en pocos meses tendremos el dinero necesario para que compres la motocicleta y la gasolina, al mismo tiempo de que tendremos lo suficiente para comer!
Diego Está bien, hagámoslo así. De cualquier forma, ya decidí que quiero una motocicleta más grande que esta, jajaja.
Ana Vaya, Diego…