En muchos países, cuando una mujer se casa, se espera que ella abandone a su familia biológica y se vaya a vivir con la familia de su esposo. Para muchas mujeres jóvenes, esta separación causa mucho sufrimiento ya que no solo extrañan a sus padres y hermanos, también se sienten solas, aisladas y sin apoyo en la familia de su esposo.
La pobreza junto con las costumbres en los países en desarrollo, frecuentemente conduce a las familias extensas a vivir juntas bajo el mismo techo; esto significa que los matrimonios de jóvenes están forzados a vivir de acorde con los valores tradicionales y costumbres de sus padres y abuelos.
En estas circunstancias, la familia política puede hacer la vida muy difícil para la joven, y puede interferir en su relación con su esposo. Algunos ejemplos típicos del tipo de interferencia que pueden experimentarse son:
La joven deberá ayudarles mucho y cuidar de ellos si lo necesitan.
La familia política podría desaprobar el matrimonio y consecuentemente no tratará a su hija política demasiado bien.
Los suegros podrían poner mucha presión sobre la joven esposa, en el caso de que ella no aporte valor a la familia, ya sea teniendo hijos varones, o aportando ingresos a la familia.
Si la casa familiar a la que un joven lleva a vivir a su esposa es muy pequeña, puede haber un espacio muy pequeño para la nuera, y sus suegros podrían incluso limitarle la cantidad de comida y otras necesidades disponibles, porque no quieren gastar dinero en ella.
Los suegros pueden maltratar o abusar de sus nueras:
Insultándolas o abusando de ellas, o haciendo comentarios sarcásticos sobre ellas.
Asaltándolas.
Negándoles el alimento o haciéndoles pasar hambre.
Prohibiéndoles salir o conocer a cualquier persona.
Rechazando visitas a la casa de sus padres.
No permitiéndole hablar con visitantes de la casa de sus padres.
Negándoles acceso a sus hijos.
Sources
Burns, A. A., Niemann, S., Lovich, R., Maxwell, J., & Shapiro, K. (2014). Where women have no doctor: A health guide for women. Hesperian Foundation.